La unificación alemana

Los 39 estados alemanes establecidos en el Congreso de Viena iniciaron la unidad económica antes que la política. En 1834 se puso en marcha el Zollverein, una unión aduanera que suprimía las barreras arancelarias para que se pudiera comerciar libremente entre todos los estados alemanes.

Los intentos de unificación habían fracasado porque los dos estados alemanes más importantes eran rivales: el Imperio austriaco y el reino de Prusia. Este último se había convertido en una gran potencia y su ejército era el más poderoso de toda Europa.

En 1862, el rey Guillermo I de Prusia nombró canciller (presidente) a Otto von Bismarck, partidario de la unidad.

Bismarck dijo La unidad alemana no se hará con discursos o votaciones, sino a sangre y a hierro. Así fue, cada una de las etapas de la unificación coincide con una guerra. La primera guerra fue contra Dinamarca, para arrebatarle el ducado de Schleswig. Después declaró la guerra a Austria a la cual venció rápidamente y dejó fuera de la unión, a Prusia no le interesaba que ningún estado fuerte le hiciera la competencia. La última guerra fue contra Francia, a la que le ganó Alsacia y Lorena.

En 1871 nacía una Alemania, dirigida por Prusia, sin Austria y con suficientes y muy ricos territorios para convertirse en una gran potencia.